El tabernero

Quien escribe disfruta de lo absurdo, no se toma muy en serio y, aunque a veces le da vueltas a las cosas, al final siempre acaban cayendo del lado que más le conviene. Como debe ser. Se considera, además, una persona humana en construcción con gustos bastante claros. El deporte y la comunicación, así como ironizar y rajar, no literalmente aunque los deseos vayan en esa dirección, sobre la sociedad que odiamos y los políticos que no nos gobiernan.

Por todo ello, no se considera responsable de las opiniones que pueda vertir sobre cualquier personaje público o famoso y que, en caso de ser necesario, si tienen que pedir explicaciones a alguien, pregunten por sus progenitores; responsables subsidarios de todo aquello que pasa cuando dejas a un irresponsable Internet y un teclado con pantalla.